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Historia Citroën AX GT
Historia Citroën AX GT
El Citroën AX GT representa uno de los hot hatch más emblemáticos de finales de los años 80 y principios de los 90, destacándose como una versión deportiva del popular utilitario francés. Este documento explora en profundidad la historia, especificaciones técnicas, diseño, variantes, impacto en el mercado, legado deportivo y valor actual como vehículo de colección del AX GT. Desde su concepción como respuesta a la creciente demanda de vehículos compactos con prestaciones deportivas, hasta su estatus actual como pieza codiciada entre los entusiastas, analizaremos todos los aspectos que convirtieron a este pequeño Citroën en un referente de su época.
Historia y Desarrollo del Modelo
El Citroën AX surgió en un contexto de profunda transformación para la marca francesa. Tras la fusión con Peugeot y la creación del Grupo PSA, Citroën necesitaba un modelo compacto y moderno que reemplazara al veterano Visa y compitiera en el creciente segmento de los utilitarios urbanos. El proyecto, denominado internamente como "S9", comenzó su desarrollo a principios de los años 80 bajo la dirección de Jean Giret.
El AX fue presentado oficialmente en el Salón del Automóvil de París de 1986, sorprendiendo por su diseño aerodinámico y su peso extremadamente ligero. El ingeniero Michel Guillot fue uno de los principales responsables de conseguir esta ligereza, empleando nuevas técnicas de construcción y materiales como el polipropileno en los parachoques y diversos componentes.
La versión GT, protagonista de este documento, llegaría en 1987 como respuesta a la demanda de versiones más deportivas dentro del segmento. Citroën buscaba competir con modelos como el Peugeot 205 GTI o el Fiat Uno Turbo, ofreciendo un vehículo accesible pero con prestaciones elevadas. El AX GT representaba una apuesta por mantener el ADN de ligereza del modelo base pero añadiendo un motor más potente y mejoras en el chasis.
Orígenes
Desarrollado como proyecto "S9" para reemplazar al Visa y competir en el segmento de utilitarios urbanos, destacándose por su ligereza y eficiencia.
Lanzamiento
Presentado en el Salón de París de 1986, con la versión GT llegando en 1987 como respuesta a la creciente demanda de versiones deportivas en el segmento.
Posicionamiento
Buscaba competir con modelos como el Peugeot 205 GTI y Fiat Uno Turbo, ofreciendo alto rendimiento a un precio más accesible.
El desarrollo del AX GT estuvo marcado por la búsqueda del equilibrio entre deportividad y costes contenidos. Se optó por un motor atmosférico de 1.4 litros en lugar de recurrir a la sobrealimentación, apostando por la ligereza como filosofía principal. Esta decisión demostró ser acertada, ya que permitió al AX GT ofrecer prestaciones notables con un consumo razonable, algo muy valorado en el contexto de crisis energética y preocupación por el consumo de combustible de la época.
Especificaciones Técnicas y Rendimiento
El corazón del Citroën AX GT era su motor TU3S de 1.360 cc, un cuatro cilindros atmosférico desarrollado por el Grupo PSA que entregaba una potencia máxima de 85 CV (63 kW) a 6.400 rpm y un par motor de 120 Nm a 4.000 rpm. Este propulsor contaba con alimentación por carburador doble cuerpo Weber-Solex 32/34 Z1 (en sus primeras versiones) y posteriormente con inyección electrónica monopunto. La distribución era mediante un árbol de levas en cabeza accionado por correa dentada.
- Motor TU3S 1.360 cc (4 cilindros en línea).
- Potencia máxima 85 CV (63 kW) a 6.400 rpm.
- Par motor 120 Nm a 4.000 rpm.
- Alimentación Carburador doble cuerpo / Inyección monopunto.
- Peso en vacío Aproximadamente 740 kg.
- Velocidad máxima 180 km/h.
- Aceleración 0-100 km/h 9,4 segundos.
- Transmisión Manual de 5 velocidades.
El verdadero secreto del rendimiento del AX GT residía en su extraordinaria ligereza. Con un peso en vacío de apenas 740 kg, conseguía unas prestaciones sobresalientes para la época: aceleración de 0 a 100 km/h en 9,4 segundos y una velocidad máxima de 180 km/h. Estas cifras lo situaban como uno de los utilitarios más ágiles de su segmento, capaz de competir con modelos de mayor cilindrada gracias a su excelente relación peso/potencia.
En cuanto al chasis, el AX GT utilizaba una suspensión delantera tipo MacPherson y trasera de brazos tirados con barras de torsión, configuración habitual en los modelos del Grupo PSA. Sin embargo, comparado con el AX estándar, el GT recibía muelles más firmes, amortiguadores específicos y una barra estabilizadora delantera de mayor diámetro. La dirección era de cremallera, sin asistencia, proporcionando un tacto directo muy apreciado por los conductores entusiastas. El sistema de frenos combinaba discos ventilados en el eje delantero con tambores en el trasero, una solución sencilla pero efectiva dado el reducido peso del vehículo.
En términos de eficiencia, el AX GT mantenía un consumo moderado para un coche de su categoría y prestaciones, con cifras cercanas a los 7,5 litros/100 km en ciclo combinado. Esta característica, sumada a su depósito de 45 litros, le otorgaba una autonomía destacable, reforzando su versatilidad como deportivo apto para el uso diario.
Diseño Exterior e Interior
El diseño exterior del AX GT se caracterizaba por su silueta compacta y aerodinámica, con líneas limpias y funcionales típicas de los años 80. Con una longitud de apenas 3,52 metros y una altura de 1,35 metros, el AX GT presentaba proporciones contenidas pero deportivas.
Estas dimensiones, combinadas con su reducido peso, contribuían significativamente a su agilidad y dinamismo.
El interior del AX GT mantenía la filosofía minimalista y funcional de Citroën, pero incorporaba elementos específicos que subrayaban su carácter deportivo. Los asientos, diseñados específicamente para el GT, ofrecían mayor sujeción lateral y se tapizaban en tela con patrones y colores exclusivos, frecuentemente en tonos rojos o grises con motivos geométricos característicos de la época.
Para diferenciar al GT de las versiones estándar, Citroën incorporó varios elementos estéticos distintivos: defensas específicas con tomas de aire adicionales, molduras laterales deportivas, llantas de aleación exclusivas de 13 pulgadas (aunque algunos mercados recibieron inicialmente llantas de acero con embellecedores específicos), y emblemas "GT" ubicados en la parrilla frontal y el portón trasero. Algunos mercados recibieron además franjas decorativas en los laterales que acentuaban su personalidad deportiva.
Las modificaciones no eran meramente estéticas; el paragolpes delantero incorporaba faros antiniebla integrados y una toma de aire adicional para mejorar la refrigeración del motor, mientras que la altura de la carrocería se redujo ligeramente respecto a los modelos estándar para mejorar la estabilidad a alta velocidad y reforzar su aspecto deportivo.
Volante deportivo
Específico para el modelo GT, con aro de menor diámetro y mayor grosor para mejorar el tacto de conducción.
Instrumentación completa
Cuadro de instrumentos específico con cuentarrevoluciones, velocímetro graduado hasta 200 km/h y testigos adicionales.
Asientos deportivos
Con mayor sujeción lateral y tapizados en tela con patrones y colores exclusivos, normalmente en tonos rojos o grises.
El salpicadero, aunque sencillo, incluía instrumentación específica para el GT: velocímetro graduado hasta 200 km/h, cuentarrevoluciones (una novedad para muchos compradores de utilitarios en aquella época), y testigos adicionales. El volante, de menor diámetro y mayor grosor que en las versiones estándar, mejoraba la sensación de control y deportividad.
A pesar de su enfoque deportivo, el AX GT mantenía las cualidades prácticas del modelo base: un maletero razonablemente amplio para sus dimensiones (con 273 litros de capacidad), asientos traseros abatibles para ampliar el espacio de carga, y una buena habitabilidad interior considerando sus compactas dimensiones exteriores. Estas características hacían del GT un vehículo versátil, capaz de satisfacer tanto a conductores entusiastas como a quienes buscaban un utilitario práctico con prestaciones superiores a la media.
Variantes y Evolución del AX GT
1987: Lanzamiento original
Primera versión del AX GT con motor TU3S carburado de 85 CV, llantas específicas y detalles deportivos distintivos.
1989: Actualización técnica
Introducción de versiones con inyección electrónica monopunto en algunos mercados, mejorando las emisiones y la respuesta del motor.
1991: Restyling
Renovación estética con nuevos paragolpes, faros, salpicadero y mejoras en equipamiento. Motor con inyección electrónica en todos los mercados.
1993: Serie especial GTi
Lanzamiento de la versión limitada GTi con 100 CV, ampliaciones de carrocería y equipamiento mejorado, principalmente para mercados como Reino Unido y España.
A lo largo de su vida comercial, el Citroën AX GT experimentó diversas evoluciones y dio origen a variantes interesantes que ampliaron la gama deportiva de la marca. El modelo inicial de 1987 equipaba el motor TU3S con carburador, pero a partir de 1989 comenzaron a introducirse versiones con inyección electrónica monopunto en algunos mercados europeos, anticipando las normativas de emisiones cada vez más estrictas.
En 1991, coincidiendo con el restyling general de la gama AX, el GT recibió modificaciones estéticas significativas: nuevos paragolpes más envolventes, faros reformados, salpicadero rediseñado y diversas mejoras en el equipamiento.
Esta actualización también supuso la generalización de la inyección electrónica en todos los mercados, adaptándose a la normativa de emisiones Euro 1.
Paralelamente al GT, Citroën desarrolló el AX Sport, una versión más radical orientada principalmente a la competición.
Este modelo, producido en serie limitada para homologación deportiva, equipaba un motor TU24 de 1.294 cc que entregaba 95 CV a 7.200 rpm, carburación doble Weber y un peso aún más reducido. El AX Sport se distinguía por sus pasos de rueda ensanchados, llantas específicas de 13 pulgadas y un equipamiento interior aún más deportivo.
AX GT (1987-1991)
Primera generación con motor TU3S carburado de 85 CV. Caracterizado por su simplicidad y ligereza extrema, estableció las bases del modelo.
AX GT Injection (1989-1996)
Evolución con inyección electrónica que mantuvo la potencia pero mejoró la respuesta y redujo emisiones. Incorporó las actualizaciones estéticas de 1991.
AX GTi (1993-1996)
Versión limitada con motor de 100 CV, mejoras estéticas y de equipamiento. Considerada por muchos como el punto culminante de la evolución del modelo.
El punto culminante de la evolución del AX GT llegó en 1993 con la introducción del AX GTi en algunos mercados como Reino Unido y España. Este modelo, aunque nunca fue oficialmente comercializado en Francia (mercado de origen), representaba una versión mejorada con aproximadamente 100 CV, kit estético más agresivo con ampliaciones de carrocería, llantas de aleación de 14 pulgadas y un equipamiento más completo. El GTi supuso el canto del cisne de la gama deportiva del AX, permaneciendo en producción hasta 1996, cuando el modelo fue gradualmente reemplazado por el Saxo.
Además de estas versiones oficiales, diversos preparadores especializados como Dimma, Sbarro o Penders desarrollaron versiones aún más radicales del AX, con potencias que podían superar los 130 CV, carrocerías ensanchadas y suspensiones específicas. Estas preparaciones, aunque limitadas en número, contribuyeron a reforzar la imagen deportiva del pequeño Citroën y demostraron el potencial de su plataforma ligera.
Impacto en el Mercado y Competencia
El lanzamiento del Citroën AX GT en 1987 se produjo en un momento de auge para el segmento de los "hot hatch" o utilitarios deportivos en Europa. La década de los 80 había consolidado este concepto con modelos emblemáticos como el Volkswagen Golf GTI, el Peugeot 205 GTI o el Ford Fiesta XR2, que habían demostrado que era posible combinar la practicidad de un coche pequeño con prestaciones notables y un comportamiento dinámico satisfactorio.
En este contexto altamente competitivo, el AX GT se posicionó como una alternativa más accesible, apostando por la ligereza extrema como principal argumento. Mientras que algunos de sus rivales directos optaban por motores más potentes o incluso sobrealimentados, Citroën mantuvo la filosofía de reducción de peso para conseguir prestaciones similares con motores más pequeños y económicos.
Posicionamiento
Alternativa accesible en el segmento, con énfasis en la ligereza y agilidad en lugar de potencia bruta.
Público objetivo
Jóvenes entusiastas con presupuesto limitado y conductores que valoraban la eficiencia junto al rendimiento.
Propuesta de valor
Excelente relación prestaciones/precio, bajo consumo y costes de mantenimiento reducidos comparado con rivales más potentes.
Los principales competidores del AX GT en el mercado europeo incluían al Peugeot 205 XS/GTI (su "primo" dentro del Grupo PSA), Ford Fiesta XR2, Fiat Uno Turbo, Opel Corsa GSi, Renault 5 GT Turbo y Volkswagen Polo G40. Muchos de estos rivales ofrecían mayor potencia bruta, pero el AX compensaba con un peso sensiblemente inferior y un precio más contenido, lo que le permitió captar una base de clientes significativa entre jóvenes entusiastas y conductores que buscaban un coche deportivo pero eficiente.
En términos de ventas, aunque nunca alcanzó las cifras de modelos más populares como el Peugeot 205 GTI, el AX GT logró resultados comerciales notables, especialmente en mercados como Francia, España, Italia y Reino Unido. Su combinación de prestaciones, economía de uso y precio accesible resultó especialmente atractiva en países mediterráneos, donde las carreteras sinuosas permitían aprovechar su excelente chasis y agilidad.
La prensa especializada recibió generalmente bien al AX GT, destacando su excepcional relación peso/potencia, su vivacidad en carreteras reviradas y su eficiencia. Revistas como "Auto Hebdo" en Francia, "What Car?" en Reino Unido o "Solo Auto" en España publicaron pruebas comparativas donde el pequeño Citroën frecuentemente sorprendía por su capacidad para mantenerse al ritmo de rivales teóricamente superiores. Las críticas se centraban principalmente en su equipamiento algo espartano, cierta tosquedad en los acabados interiores y un comportamiento que algunos consideraban demasiado nervioso al límite, especialmente en condiciones de baja adherencia.
El impacto del AX GT en la imagen de marca de Citroën fue significativo, ayudando a revitalizar su reputación entre los conductores entusiastas después de un período en que la marca se había centrado principalmente en el confort y la innovación técnica, descuidando parcialmente el aspecto deportivo. El GT, junto con otros modelos como el BX GTI 16v, contribuyó a crear una imagen más dinámica de Citroën durante la segunda mitad de los años 80 y principios de los 90.
Legado en Competición y Rallyes
Aunque el Citroën AX GT fue concebido principalmente como un vehículo de calle, su extraordinaria ligereza y agilidad natural lo convirtieron rápidamente en base para diversos proyectos de competición. Citroën Sport, la división deportiva de la marca, desarrolló versiones específicas para rallyes que demostraron el potencial oculto de este pequeño utilitario.
La incursión más notable del AX en competición llegó a través del programa "Citroën AX GTi Challenge", una copa monomarca desarrollada en varios países europeos, especialmente destacada en Francia y Reino Unido. Estas competiciones, iniciadas a principios de los años 90, utilizaban AX GTi con preparaciones moderadas pero homogéneas, poniendo el énfasis en la habilidad de los pilotos más que en el presupuesto de los equipos. El formato resultó extremadamente popular y ayudó a lanzar las carreras de varios pilotos que posteriormente alcanzarían el profesionalismo.
Más allá de las copas monomarca, el AX también participó en campeonatos nacionales e internacionales de rallyes dentro de las categorías N y A de la FIA. En el Grupo N, con preparaciones limitadas, el AX se mostró competitivo en su clase gracias a su ligereza innata. En el más permisivo Grupo A, preparadores especializados como Sbarro, Almeras o DJM desarrollaron versiones con potencias que podían superar los 150 CV mediante modificaciones en la admisión, escape y gestión electrónica, junto con piezas ligeras de fibra de carbono y kevlar.
Copas monomarca
Las series "AX GTi Challenge" en Francia y Reino Unido lanzaron las carreras de numerosos pilotos jóvenes con presupuestos limitados.
Competiciones de velocidad
Presencia en campeonatos de circuito como la Copa Iniciación española o las 24 Horas de Spa.
Rallyes nacionales
Competiciones en campeonatos de Francia, España y Reino Unido principalmente, dominando frecuentemente en su categoría.
Pruebas internacionales
Participaciones en eventos del campeonato mundial y europeo de rallyes con resultados destacados en categroías N1 y A5.
Uno de los preparadores más ambiciosos fue Sbarro, que desarrolló el proyecto "AX Turbo Cup", una versión con motor turboalimentado que alcanzaba los 155 CV y diversas modificaciones en suspensión, frenos y aerodinámica. Este modelo participó en campeonatos de circuito como la Copa de Francia de Turismos con resultados notables, demostrando que el chasis del AX era capaz de gestionar mucha más potencia de la que ofrecía el modelo de serie.
En España, el AX GT tuvo una presencia destacada en el Campeonato de España de Rallyes durante los primeros años 90, especialmente en manos de equipos privados. También fue protagonista de la Copa Iniciación, una serie diseñada para promover jóvenes talentos con coches accesibles y de prestaciones moderadas. En Reino Unido, varios ejemplares preparados compitieron con éxito en el RAC Rally (actual Rally de Gales) dentro de su categoría, ganando admiración por su resistencia en las duras condiciones de las etapas forestales británicas.
El legado deportivo del AX se extendió más allá de su vida comercial a través del Citroën Saxo, su sucesor directo. El Saxo VTS/VTR heredó muchos de los conceptos del AX GT pero con tecnología más moderna, continuando la tradición de Citroën en el segmento de los utilitarios deportivos accesibles. La experiencia acumulada con el AX en competición fue crucial para el posterior desarrollo del programa Citroën Racing, que culminaría con múltiples campeonatos mundiales de rallyes en las décadas siguientes.
Actualmente, algunos ejemplares del AX GT y GTi siguen compitiendo en rallyes históricos y eventos de regularidad, manteniendo vivo el espíritu deportivo de este pequeño pero valiente Citroën que, a pesar de no haber alcanzado el estatus icónico de algunos de sus competidores, dejó una huella significativa en la historia deportiva de la marca francesa.
El AX GT en la Actualidad: Coleccionismo y Nostalgia
Tres décadas después de finalizar su producción, el Citroën AX GT ha experimentado una revalorización significativa en el mercado de vehículos clásicos, siguiendo la tendencia general de apreciación de los "hot hatch" de los años 80 y 90. Lo que antes era un utilitario deportivo accesible se ha convertido en una pieza codiciada por coleccionistas y entusiastas, especialmente aquellos ejemplares bien conservados o con pocas unidades producidas.
El estado de conservación es crucial en la valoración actual del AX GT. Siendo un vehículo económico en su época, muchos ejemplares sufrieron mantenimiento deficiente, modificaciones de dudoso gusto o simplemente acabaron en desguaces cuando su valor residual era mínimo. Esta elevada tasa de "mortandad" ha provocado que los ejemplares originales y bien conservados sean cada vez más escasos, impulsando su valoración en el mercado de clásicos.
Principales problemas de conservación
La corrosión, especialmente en pasos de rueda y bajos, es el enemigo número uno de estos vehículos. También son frecuentes los problemas con la sincronización de las cajas de cambio y el desgaste de componentes interiores de plástico frágil.
Piezas de difícil localización
Los elementos específicos del GT como la instrumentación deportiva, embellecedores exclusivos o ciertos componentes del motor TU3S son cada vez más difíciles de encontrar, complicando las restauraciones completas.
Tendencia de valoración
Crecimiento sostenido en los últimos años, especialmente para versiones GTi y series especiales. Los ejemplares excepcionales pueden alcanzar entre 10.000 y 15.000 euros en mercados como Francia o Reino Unido.
Las versiones más buscadas por coleccionistas incluyen el AX GTi en sus versiones limitadas (particularmente aquellas comercializadas en Reino Unido y España), el AX GT de primera generación en estado original, y cualquier ejemplar del escaso AX Sport, cuyo valor ha experimentado un crecimiento exponencial en la última década. Las series especiales como el "GT Thalassa" (con pintura específica azul metalizada) o el "Miami Blue" también atraen primas significativas.
En Francia, país de origen del modelo, existen varios clubes dedicados específicamente al AX, como el "Club AX GT/GTi France" o secciones dentro de clubes más amplios como "Les Amis de Citroën". Estos grupos organizan encuentros regulares, mantienen registros de los ejemplares supervivientes y facilitan el intercambio de piezas y conocimientos. En España, el "Club Citroën Clásico" cuenta con una activa sección de AX, mientras que en Reino Unido, el "Citroën Car Club" incluye un registro específico para estos modelos.
Internet ha facilitado enormemente la creación de comunidades internacionales de propietarios y entusiastas, con foros como "AX-Sport.net" o grupos en redes sociales que reúnen a aficionados de toda Europa. Estas plataformas se han convertido en recursos invaluables para quienes buscan restaurar estos vehículos, ofreciendo desde manuales digitalizados hasta contactos de especialistas en reconstrucción de componentes específicos.
El legado del AX GT continúa manifestándose en eventos de vehículos clásicos, donde cada vez más ejemplares restaurados hacen su aparición. Festivales como "Rétromobile" en París, "Citroën Origins" o el "Festival Automobile International" suelen contar con presencia de estos modelos, reconociendo su lugar en la historia automovilística francesa y su contribución al segmento de los utilitarios deportivos. Para muchos entusiastas nacidos en los años 70 y 80, el AX GT representa no solo un icono de su juventud, sino un recordatorio de una época en que la ligereza y la simplicidad mecánica primaban sobre la potencia bruta y la tecnología compleja en el mundo de los coches deportivos accesibles.
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